Ecosistema de nuestra piel

Nuestra piel es una barrera física, en ella habitan millones de microorganismos que nos ayudan a mantener una piel sana.  Estas comunidades microbianas forman un ecosistema con las células de nuestra piel.

Nuestra piel tiene diversas funciones, entre ellas se incluyen el mantenimiento del contenido de agua (Hidratación), reducción de los efectos nocivos de la exposición a los rayos UV y por lo tanto disminución de los efectos oxidativos propios de los radicales libres como ser el envejecimiento prematuro. Sin embargo la función más importante es la de Barrera contra la entrada de sustancias extrañas y patógenas.

Microbioma balanceado

Esta función de barrera solo puede llevarse a cabo con una piel sana, para ello necesitamos tener un microbioma balanceado, ya que de esta manera colaboran con el equilibrio necesario para la piel sana. Si este equilibrio se afecta  aparecen diversas afecciones de la piel como ser dermatitis, ezcemas, acné, sequedad, picazón.

¿Cómo podemos ayudar al equilibrio del microbioma?

Manteniendo la correcta hidratación de la piel, proporcionando prebióticos que son ingredientes que promueven el crecimiento de los microorganismos beneficiosos, probioticos que son microorganismos que tienen cualidades beneficiosas y utilizando productos que no afecten el pH de la piel.